Me quisiste cuando no había espacio para tu amor en mi
vida
Me esperaste, hasta que hubiera un espacio para tu amor
en mi vida.
Y mientras eso pasaba, las neuronas, las hormonas hacían
lo suyo.
Mientras hacía un espacio para tu amor en mi vida,
Te desmitifiqué, y lo confieso, odié lo que vi.
Tus demonios pesaron más que mis neuronas, que mis
hormonas.
Así que cuando hubo espacio para tu amor en mi vida, me
fui.
Siempre volvía, siempre me iba nuevamente.
¿Te amaba en ese momento? ¿Si te amaba por qué no me
quedaba?
¿En qué estaba distraída que no me quedaba a luchar contra
tus demonios?
Tú también siempre volvías, pero una parte de ti no
regresaba jamás.
No sé si te amaba en ese momento y estaba distraída,
No sé si solo no te amaba, pero sé que ahora te amo.
Te amo porque cambié sin que me lo pidieras, solo porque
no quería hacerte daño.
Te amo porque me decidí a luchar contra tus demonios sin
miedo.
Te amo porque en cada cosa que hacía ya no pensaba solo
en mí.
Te amo porque felizmente puse como prioridad el hacerte
feliz.
Te amo porque más
allá de mis neuronas, de mis hormonas me comprometí a hacerlo.
No sé si te amaba en ese momento y estaba distraída
Pero mientras volvíamos, y nos íbamos, todas las partes
de ti se fueron para siempre.
Quizá ese sea el precio de haberme ido cuando hubo
espacio para ti en mi vida.
Quizá ese sea el precio de estar distraída, porque cada quien tiene lo que
merece, ¿no?
Cuando pienso que me amaste mis manos se ponen frías como
cuando tengo miedo,
Mis piernas pierden fuerza como cuando me siento en
peligro
Y mi corazón se paraliza un poco, como solo se paraliza
cuando pierdes lo que amas.
Al final insisto en que el amor supera tiempo y espacio
Y entonces pienso que si no me amas ahora, nunca me
amaste.
Cualquiera de las respuestas es más dolorosa que esta
incertidumbre:
Si me amaste te perdí por distraída. Si no me amaste, no
lo noté por distraída.
Quiza él tambien estaba distraido.
ResponderEliminar